La actividad económica de Estados Unidos avanzó a un ritmo más lento de lo esperado en el primer trimestre de 2024, pero aún así logró un crecimiento positivo.
Según las cifras preliminares del Departamento de Comercio, el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció un 1.3% en comparación con el mismo período del año pasado. Esta cifra representa una leve disminución en comparación con la estimación preliminar de 1.6%.
A pesar de la desaceleración, la economía estadounidense se mantiene por encima de las expectativas. El crecimiento del cuarto trimestre de 2023 fue del 3.4%, y el año cerró con una expansión del 3.1%, superando los temores de una recesión debido a la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal y la pandemia de COVID-19.
Los analistas atribuyen la desaceleración del primer trimestre a una combinación de factores. Entre ellos se encuentran un menor dinamismo en el gasto de los consumidores, las exportaciones y el gasto del gobierno. Sin embargo, la economía estadounidense sigue mostrando resiliencia y se espera que continúe creciendo en 2024. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un crecimiento del 2.7% para este año, lo que convierte a Estados Unidos en una de las economías más dinámicas entre las naciones desarrolladas.
Si bien la recuperación económica de EEUU sigue en curso, existen algunas señales de alerta que podrían afectar el crecimiento futuro. La inflación sigue siendo alta, lo que podría erosionar el poder adquisitivo de los consumidores y llevar a la Reserva Federal a subir las tasas de interés más rápido de lo previsto. Además, la guerra en Ucrania y las tensiones geopolíticas podrían generar mayor incertidumbre y afectar negativamente la economía mundial.
En general, la economía estadounidense se encuentra en una fase de crecimiento lento pero sostenido. Si bien existen algunos desafíos en el horizonte, la economía del país tiene fundamentos sólidos y se espera que continúe expandiéndose en el corto y mediano plazo.