La inflación en Estados Unidos se moderó en septiembre, alcanzando su nivel más bajo desde febrero de 2021, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés). El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró un aumento del 2.4% en comparación con el mismo mes del año pasado, una leve caída respecto al 2.5% registrado en agosto. Entre agosto y septiembre, los precios subieron un 0.2%, lo que indica una desaceleración de la inflación, aunque los expertos advierten que el ritmo de la caída es más lento de lo esperado.
La inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de alimentos y energía, aumentó un 3.3% interanual, con un incremento mensual del 0.3%. Esto sugiere que, a pesar de la disminución general en la inflación, los precios de los bienes y servicios básicos siguen aumentando a un ritmo preocupante.
Vivienda y energía marcan tendencias opuestas
El informe también destaca el comportamiento desigual en los distintos sectores de la economía. El índice de precios de la vivienda acumula una subida interanual del 4.9%, con un incremento mensual del 0.5% en septiembre, lo que sigue presionando a los consumidores en el mercado inmobiliario. En contraste, el índice de energía cayó un 6.8% en el mismo mes, impulsado principalmente por una significativa disminución del 15.3% en el precio de la gasolina, lo que alivia en parte los costos para los conductores.
En cuanto a los alimentos, los precios mostraron un comportamiento mixto. Entre agosto y septiembre, los precios de los alimentos aumentaron un 0.4%, mientras que en comparación con septiembre de 2023, subieron un 2.3%.
Expectativas económicas antes de las elecciones
Este informe del IPC es el último que se publicará antes de las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre, lo que lo convierte en un punto de referencia clave tanto para los votantes como para los responsables de la política monetaria. La inflación ha sido un tema central en la contienda política, y este último dato podría influir en las percepciones sobre el estado de la economía bajo la actual administración.
Además, los datos refuerzan la expectativa de que la Reserva Federal realizará un nuevo recorte en las tasas de interés, posiblemente de un cuarto de punto porcentual, en su próxima reunión del Comité de Mercados Abiertos, programada para los días 6 y 7 de noviembre, justo después de las elecciones. La medida buscaría aliviar las presiones inflacionarias restantes y fomentar un mayor crecimiento económico.
Un escenario de incertidumbre
A pesar de la moderación de la inflación general, los economistas advierten que los avances han sido más lentos de lo anticipado, especialmente en sectores clave como la vivienda y los bienes esenciales. Con el aumento en los precios de alimentos y vivienda, muchas familias aún sienten la presión en su día a día, mientras que el reciente descenso en el precio de la gasolina representa un alivio limitado.
La dirección de la economía en los próximos meses estará fuertemente influenciada por las decisiones de la Reserva Federal y los resultados de las elecciones, lo que añade un grado de incertidumbre a un panorama ya complicado. Los próximos meses serán cruciales para determinar si la tendencia de desaceleración de la inflación se consolida o si nuevos factores macroeconómicos alteran el curso.