En un importante impulso a la infraestructura y seguridad de la isla, municipios, agencias gubernamentales y organizaciones sin fines de lucro en Puerto Rico han recibido cerca de $17 millones en fondos federales para desarrollar proyectos de resiliencia y mitigación de riesgos. . La asignación se realizó a través del Programa de Subvenciones para Mitigación de Riesgos (HMGP) de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), informó Manuel Laboy, director ejecutivo de la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia de Puerto Rico (COR3).
Proyectos de infraestructura clave para la mitigación de riesgos
“En octubre, recibimos alrededor de una docena de notificaciones de FEMA anunciando la aprobación y asignación de fondos para una serie de proyectos que superan los $17 millones en inversiones”, declaró Laboy. Los proyectos se enfocan en fortalecer la resiliencia energética, controlar inundaciones y estabilizar suelos, medidas clave para reducir la vulnerabilidad de las comunidades ante desastres naturales.
Uno de los proyectos más destacados incluye la construcción de un cuarto seguro en el barrio Mameyes de Utuado, desarrollado por la Corporación de Servicios de Salud y Desarrollo Socioeconómico “El Otoao”. FEMA asignó $94,395 para la fase inicial de diseño e ingeniería, con un costo total estimado en $1.4 millones. Este espacio multiusos aumentará la protección a poblaciones vulnerables y al personal de emergencia durante eventos de vientos extremos.
Otro de los proyectos importantes es el fortalecimiento de la oficina del Departamento de la Familia en Arecibo, con un diseño que permitirá resistir vientos fuertes, cumpliendo con el Código de Construcción de Puerto Rico de 2018 y los estándares de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles. La fase inicial tiene una asignación de $364,062, y el costo estimado para su construcción asciende a $4.7 millones.
Proyectos de control de inundaciones y resiliencia energética
El HMGP también aprobó cinco proyectos de control de inundaciones. Entre ellos se incluye un muro de contención para la quebrada Arenas en Maunabo, así como sistemas de drenaje de agua en el sector San Antonio y el barrio María de Añasco. Además, se realizarán obras en la quebrada “El Gallinero” en Aguada, en la comunidad Olivares de Lajas y un canal de concreto reforzado en la quebrada Berrenchín de Yauco.
En el ámbito de la resiliencia energética, FEMA destinó fondos para la instalación de sistemas de redundancia en las instalaciones de la Sociedad de Educación y Rehabilitación de Puerto Rico en Ceiba, Ponce y San Juan, y generadores eléctricos para la Oficina de Obras Públicas Municipales en Guayama. En Trujillo Alto, se implementarán medidas de control de drenaje y erosión en la quebrada Blasina, ubicada en el barrio Saint Just.
Crecimiento de las propuestas de resiliencia
Desde el inicio de 2021, COR3 ha trabajado en la preparación de propuestas de mitigación junto con municipios y organizaciones sin fines de lucro para presentarlas a FEMA. “Actualmente tenemos 207 propuestas aceptadas por FEMA con fondos asignados por alrededor de $563.2 millones. El costo total de estas obras se estima en $3 mil millones”, detalló Laboy, subrayando el crecimiento en el número de proyectos aprobados y la inversión significativa en infraestructura segura para la isla.
El director de COR3 también recordó a las entidades elegibles sobre el programa piloto de Anticipo de Capital de Trabajo, que ofrece hasta el 75% de la obligación total en tres desembolsos, permitiendo a los municipios y organizaciones avanzar con sus proyectos sin retrasos por falta de fondos.
Avance hacia una isla más resiliente
Con estos fondos, Puerto Rico avanza en la consolidación de una infraestructura preparada para enfrentar los retos climáticos y naturales que amenazan la seguridad y estabilidad de las comunidades. “Agradezco a FEMA por el apoyo recibido para la ejecución de estas obras encaminadas a brindar seguridad y prevenir pérdidas de vidas y propiedades”, concluyó Laboy, destacando que el objetivo es fortalecer a las comunidades y asegurar su capacidad de respuesta ante emergencias futuras.